¡Un regalo especial! Cuando iba a cumplir 15 años mi mamá estaba muy ilusionada con regalarme un anillo, pero para variar, yo no quería un regalo tradicional. Entonces negocié un juego de aretes junto con mi anillo de quinceaños, que no parecieran de quinceañera. Desde ese día se convirtieron en mis aretes inseparables para todo tipo de eventos elegantes y especiales.
Años después, planifiqué la sesión de fotos de mi primer embarazo en la playa y no se me ocurrió una mejor ocasión para usar mis aretes favoritos. Una ola me revolcó y sin darme cuenta, perdí uno. Sin ninguna esperanza de recuperarlo, guardo el otro como un hermoso recuerdo de mi madre. Tengo la ilusión de mandar a hacer una réplica, algún día.
Yalile Camacho Cuéllar
Año,2006.