Por las características de la tumba, se entiende que en ella reposan los restos de un gran Señor Coclé, personaje de alto linaje, que murió alrededor del año 750 d.C.

Conocer nuestro Panamá prehispánico es parte de los objetivos de este Museo que destaca quiénes y cómo eran los primeros pobladores de nuestro istmo.

Los expertos estiman que el hallazgo revela una de las más ricas sociedades del continente, por las suntuosas piezas de oro que estuvieron enterradas por más de 1300 años, como testigos mudos de nuestra historia, esperando ser descubiertas para contarnos como esta sociedad entendía y construía su vida.

Es importante resaltar, que también se encontraron otros restos de personas que le acompañaron en el tránsito al más allá, ensañándonos como concebían los Coclés la muerte. El ritual de entierro incluía una ceremonia donde los familiares del Cacique le acompañaban y en sus bebidas le colocaban el veneno del pez globo, de esta manera hijos, esposas y súbditos pasarían con él a su próxima vida.

Sobre los restos del poderoso Señor Coclé, se encontró la osamenta de una mujer, quizás su esposa, toda vez que se hallaron junto a ellos, dos figuras de oro que representaban una reina y un rey.

Es así que la cosmovisión de nuestros ancestros se nos revela a través de estos aretes perdidos, encontrados el 28 de febrero y el 6 de marzo de 2024, como un legado histórico que hoy tenemos la oportunidad de apreciar…

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