Museo de los Aretes Perdidos

A mi madrina

Mi madrina creó en mí, el gusto por las joyas.  Recuerdo cuando pequeña ver siempre aretes, pulseras, collares y dijes en mi cofre ¡eran sus regalos! Mi mamá me decía que ella le recomendaba, desde que era bebé, ponerme los aretes y otras prendas para que me acostumbrara a usarlas. También me cuenta que, a falta de abuelas, corría en la madrugada a calmar mi llanto, de un extremo a otro de la ciudad, por eso guardo este arete perdido como un recordatorio de su amor y de que siempre ha estado presente en mi vida.

Mijal Medina
Año, 2004





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