Iniciaba mi hija su vida adulta y muy pocas veces compartimos accesorios, porque poseemos estilos diferentes. Este arete hacía juego con un collar que aún conservo. Ella tenía una fiesta y su vestimenta necesitaba un aderezo, llegó a mi joyero y fue directo a ellos. Me lo pidió prestado y claro que se lo presté, no sin antes avisarle que era mi juego favorito.
Me dijo, de las cosas que usas esta es la que me gusta y me combina. Se la presté con gusto. Era la primera vez que coincidíamos en temas de moda. Se lo encomendé y salió feliz. Para ella, fue una gran noche de disfrute. Pasaron varios días y le solicité el juego. Me lo devolvió muy compungida, con un arete menos. No me molesté; sólo grabé el momento en que por segundos coincidimos en un breve encuentro de vanidades. Seguimos teniendo gustos diferentes.
Ileana Black
Año, 2018.