(A la muerte de mi Madre)
Cuándo fue que se quedó
solitario tu dedal
en su enlutada oquedad
y mediste costurera,
el último lienzo en tus dulzuras…
Cuándo fue que con tu hilván
cosiste al sueño más lejano
sobre la tela del tiempo
y cortaste tu molde indestructible
en la huella que dejabas
para siempre costurera…
Cuándo fue que se acabó
la melodía,
el canto que sacabas de la tela
para zurcir al dolor
tus esperanzas…
Cuándo fue que dejó de agitarse
la tijera,
cuándo hizo la aguja
su rotundo silencio
en tu máquina de hilos
infinitos…
Cuándo fue, que tu amor se enredó
en la bobina,
y ya no cociste más
costurera
tu vestido más cercano,
y en mis brazos se te quedó la vida,
y fuiste para siempre
en el surco de mi alma, la semilla
de una cosecha infinita …
Gilma de León