Este arete lo he guardado como un tesoro, ya que es un recuerdo muy significativo debido a que fue un regalo que me hizo mi compañero de vida, cuando estuvimos en la ciudad de México y visitamos la famosa Casa-Museo León Trotsky.
Después del recorrido en ese emblemático lugar, asistidos con la guía y sabiduría de un profesor de historia, quien nos explicó brillantemente el contexto histórico, la relevancia y trascendencia del gran revolucionario, su compañera y familia, nos dirigimos a un espacio donde exhibían y vendían hermosas bisuterías y nos acercamos para apreciar lo que había allí. En ese instante nos percatamos de la particularidad ovalada y a la vez plana de los aretes, estaban elaborados con suma delicadeza y sus colores resaltaban los detalles de algunas de las pinturas más famosas de la célebre Frida Kahlo.
Como mi compañero sabía que admiró la audacia y el arte de Frida, me miró y dijo que escogiera los que más me gustaran, y entre otros, ese fue mi favorito, porque es una de las pinturas en que aparece más serena y tranquila la reconocida pintora Frida Kahlo, una extraordinaria representante de la cultura mexicana y yo llevaría ese cuadro conmigo, en los aretes, haciéndole honor a su arte.
Frida Kahlo fue y sigue siendo un símbolo de resistencia y resiliencia. Ningún obstáculo físico le impidió lograr ser una gran artista, con carácter y valentía. En pleno siglo XXI la celebramos como una referente, seguimos sintiendo su fuerza, creatividad y espíritu de lucha.
Briseida Barrantes
Año, 2020.