El arete rojo me lo regaló mi exjefe, el Dr. Aldo Landi, italiano, solidario, entrañable, siempre atento conmigo. Se me perdió un arete, pero lo guardé en memoria de su recuerdo. El Dr. Landi regresó a Milán en el 2012 y al poco tiempo falleció. Él vive en mi corazón y en mis recuerdos.
Judith Jiménez
Año, 2007.